En nuestras rutinas de estudio tenemos una amplia lista de “asignaturas” a las que dedicarles nuestro tiempo: técnica de manos, tempo, estilos, lectura… Es curioso cómo nos concentramos en mejorar cada uno de esos campos y, a menudo, dejamos de lado una de las herramientas más poderosas que tenemos: nuestro oído.


El oído​, como herramienta musical, también se trabaja y se mejora a través de lo que denominaremos “entrenamiento auditivo”. Dedicar un tiempo a entrenar y mejorar este sentido hará que cambie toda nuestra percepción sobre el sonido y, en consecuencia, nuestra manera de tocar.

De entrada, el oído de un batería no está acostumbrado a las melodías ni a las armonías, debido, sobre todo, a las características de nuestro instrumento. Es por ello que la mayor fuente de entrenamiento auditivo nos la va a proporcionar un instrumento melódico como puede ser el piano o la guitarra. Si no disponéis de ninguno de estos dos instrumentos no importa, en cualquier smartphone podemos instalar una sencilla app para poder realizar estos ejercicios y poder mejorar nuestro oído. Por preferencia personal y facilidad, recomiendo usar el piano para realizar estas sencillas prácticas:


  • Uso de la voz:  tocando una nota del piano al azar y en voz alta igualamos el tono de la nota que está sonando. De esta manera enseñamos a nuestro cerebro a identificar notas y tonalidades. Recomiendo hacerlo con los ojos cerrados para agudizar la percepción auditiva.


  • Sacar una melodía sencilla: de oído y transportándola a otras notas. Fortaleciendo así la parte más musical del oído.


  • Identificar las notas de nuestros toms: con el piano, localizando la nota correspondiente o variando la afinación hasta llevarla a una nota concreta.



Todos sabemos la diferencia que existe entre oir y escuchar: las dos acciones pueden parecer lo mismo pero en la segunda prestamos atención al sonido siendo plenamente conscientes del mismo.

Al escuchar un conjunto de sonidos como puede ser una canción, podemos realizar esta escucha de dos maneras distintas: de manera global o selectiva.


Escucha global sería escuchar la canción en su conjunto, en lo que predominará la melodía principal del tema. Escucha selectiva consiste en centrar toda nuestra atención auditiva en un elemento concreto: primero el bajo, luego la guitarra… esto requiere mayor concentración pero, sin duda, nos ayudará más a agudizar nuestro oído.


Lo mismo que propongo en el párrafo anterior se podría hacer con los sonidos de la naturaleza. Os animo a que cuando estéis en la montaña, en silencio, hagáis una escucha global del entorno y seguidamente una escucha selectiva (el sonido de un pájaro, del viento, un grillo...) Además de ser un gran ejercicio de escucha es muy relajante. Esto también se puede hacer con sonidos de ambiente que hay en Youtube. Si puede ser con auriculares mucho mejor.

No cabe duda que el oído es algo que los bateristas también debemos desarrollar, tanto o más que nuestra propia técnica. Es lo que más nos va a permitir disfrutar y transmitir nuestra pasión por la música. Dedicarle un tiempo a entrenarlo os hará más fuertes musicalmente. Además, es una cualidad muy demandada en un músico.


Por último, recomendaros que cuidéis vuestros oídos ante el exceso de volumen. Ya sea estudiando o ensayando, siempre con tapones o cascos aislantes de obra. Son los únicos que tenemos y debemos asegurarnos de que nos acompañarán en toda nuestra carrera musical.



Tema: Entrenando el oído

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